El déficit fiscal del Ayuntamiento de Medina de Pomar a finales del año 2011 fue del 9,23%, cuando el esperado por el alcalde era de tan solo el 1,33%. Algo se hizo mal y por ello tuvo que elaborarse un plan de ajuste para evitar la bancarrota del Consistorio.

La previsión era acabar el año 2012 con una deuda viva de 2.453.450 euros y, sin embargo, la previsión final es que se terminará el año con una deuda de 4.200.069,64 euros, es decir, un 71% mayor de la esperada.

En gastos corrientes se ha producido una desviación del 12%, lo que supone que se han gastado un total de 570.895 euros más de lo que se esperaba y que corresponde a las facturas pendientes de años anteriores 356.000 euros y a la gestión directa de la piscina que nos ha supuesto en medio año un importe de 214.897 euros.

Los ingresos de la piscina tan solo alcanzan las escasas cifras de 50.000 euros en el caso de las de verano y escasamente 60.000 euros las climatizadas el segundo semestre de 2012 (a pesar de la intensa campaña publicitaria y de los nuevos servicios ofertados desde la Concejalía de Cultura y Deportes). Por lo tanto, si al año los gastos de funcionamiento son de 430.000 euros (sin contar la amortización a Aquagest de 115.000 euros) y los ingresos pueden llegar a 210.000. euros las piscinas tienen un déficit de 220.000 euros.

Las previsión del regidor es que acumularemos este ejercicio 2012 un déficit del 6.15%, es decir, que el Ayuntamiento acumula 472.858 euros nuevos en este año fiscal. Nos tememos que esta cantidad será superior cuando se calcule la liquidación definitiva.

En endeudamiento el plan de ajuste era acabar el año 2012 con una deuda viva de 2.453.450 euros y la previsión final es de 4.200.069,64 euros, un 71% superior.

La única alternativa ofrecida por el alcalde hasta ahora ha sido despedir a empleados, buenos trabajadores y cuyos salarios son los más modestos de esta casa. Mientras, mantiene a más liberados políticos, proporcionalmente hablando, que el Ayuntamiento de Burgos, con sueldos que superan los 24.000 euros anuales.

Este es, en resumidas cuentas, el ajuste el ‘saber hacer’ de José Antonio López Marañón en el Ayuntamiento. Sería conveniente que dimitiera antes de que se le caiga el Ayuntamiento encima.