La entreplanta del edificio de la Diputación de Burgos no cuenta con la altura suficiente para ser centro de trabajo, tal y como denunció la Inspección de Trabajo y, además, carece de la preceptiva licencia municipal de ocupación. Sin embargo, desde el año 2010, y tras una reforma en el Palacio Provincial para su creación, que costó cerca de dos millones de euros, permanece ocupada por varios trabajadores y trabajadoras de la Institución.

 

Una circunstancia que ya en abril de este año llevó al Ayuntamiento a abrir expediente a la Administración provincial, por carecer del citado permiso pero, lejos de restituir la legalidad, el presidente César Rico optó por presentar alegaciones, aduciendo razones de interés general para la ocupación de la entreplanta. El Consistorio las ha desestimado y, por consiguiente, no hay licencia.

 

El portavoz del Grupo Provincial Socialista, José María Jiménez, le preguntó a Rico en el Pleno del pasado jueves qué planes tiene el equipo de Gobierno y su respuesta fue que “estamos estudiando la posibilidad de acudir a la vía contencioso-administrativa”, aunque no descartan “otras alternativas, como el uso restringido”. En definitiva, el PP continúa aplazando la solución definitiva a esta situación de irregularidad, con la excusa de que "hay tiempo".